El Mago de Oz (1939) es una de las películas más queridas y visualmente impactantes de todos los tiempos. Aunque han pasado más de ocho décadas desde su estreno, sus efectos especiales y visuales siguen siendo admirados y analizados por su innovación y creatividad.
Con la próxima llegada de Wicked a la gran pantalla, que toma inspiración de este clásico, es el momento perfecto para reflexionar sobre los efectos visuales de El Mago de Oz.
En el siguiente artículo hablaremos sobre la importancia de sus efectos, las técnicas que se emplearon, y cómo Wicked retoma estos elementos para reinterpretar este mundo maravilloso del cine contemporáneo. ¡Vamos a descubrirlo!
La relevancia histórica de los efectos especiales en El Mago de Oz
Cuando se estrenó El Mago de Oz, Hollywood estaba en una era de transición y experimentación. Los conocidos como efectos especiales aún eran una disciplina joven y rudimentaria, y esta película representaba un hito en su desarrollo.
Hasta entonces, el cine había explorado técnicas de maquillaje, iluminación y, en algunos casos, efectos prácticos, pero nunca a la escala que presentaría El Mago de Oz. La mezcla de color y blanco y negro, la sofisticación de sus escenarios, y los efectos ópticos fueron revolucionarios en su época, y marcaron un antes y un después en la industria cinematográfica.
Los efectos de El Mago de Oz no solo eran visualmente impresionantes; también ayudaron a narrar la historia de manera única, creando una inmersión total en el mundo de Oz. La transición de Dorothy desde Kansas, en un tono sepia, hacia el colorido y vibrante mundo de Oz, se convirtió en una metáfora visual que hasta el día de hoy sigue siendo uno de los momentos más emblemáticos del cine, y que posteriormente sirvió como inspiración para cientos de películas y series.
La cinta fue pionera al combinar técnicas avanzadas para la época, y su éxito consolidó a Hollywood como la capital mundial del cine. Por ello, no es de extrañar que 85 años después de su estreno, siga siendo un referente social y cultural de primer nivel.
La llegada de Wicked – su “precuela” inspirada en el musical de Broadway del mismo nombre – promete retomar sus elementos mágicos y asentar su relevancia social, adaptándolos a una generación que sigue encontrando significado en la historia de Oz y sus personajes.
La técnica cinematográfica, por descontado, ha avanzado a pasos agigantados desde 1939, pero los fundamentos de los efectos especiales empleados en El Mago de Oz siguen siendo la base de muchos trucos visuales modernos. ¿Está todo ello presente en Wicked?
Efectos especiales en El Mago de Oz: Las técnicas más pioneras
La magia del Technicolor
Uno de los aspectos más revolucionarios de El Mago de Oz fue su uso del proceso Technicolor. La película comienza en Kansas, en un mundo monocromático y sepia, reflejando la tristeza y monotonía en la vida de Dorothy. Luego, al ser transportada a Oz, el mundo explota en colores brillantes gracias al Technicolor, haciendo de la transición un momento memorable en la historia del cine – y posteriormente muy repetido -.
El color en El Mago de Oz no solo fue estéticamente abrumador; fue un componente narrativo vital que simbolizaba el paso de una realidad aburrida y plana a un mundo lleno de aventuras y maravillas.
Precisamente dicho uso del color ha inspirado a numerosas películas y técnicas cinematográficas a lo largo de los años. Y, a pesar de que la implementación del Technicolor fue una técnica muy cara y compleja en esa época, el caso de El Mago de Oz valió cada esfuerzo.
Escenografía y miniaturas llenas de detalles
El equipo de producción utilizó sets plagados de detalles y miniaturas para crear esa atmósfera mágica y única de Oz. En lugar de depender de la tecnología de efectos digitales que conocemos hoy, se construyeron grandes estructuras, como el camino de baldosas amarillas, el castillo de la Bruja y los campos de amapolas. Cada elemento fue cuidadosamente diseñado para crear la sensación de un mundo completamente distinto al que estamos acostumbrados, donde la magia se hace realidad.
Uno de los efectos más notables fue la creación del tornado que transporta a Dorothy a Oz. Para lograr este efecto, el equipo utilizó una especie de saco de muselina de 11 metros. Este giraba rápidamente mientras era cogido por cuerdas para simular el movimiento de un tornado. Este tipo de efectos prácticos son un testamento a la creatividad del equipo, que, con sus recursos limitados, logró resultados sin precedentes.
Tras la batuta de su predecesora, la llegada de Wicked a la gran pantalla presenta un desafío similar: reinterpretar estos elementos clásicos y hacerlos creíbles para la audiencia moderna, sin perder la esencia del original.
Maquillaje y vestuario: La guinda del pastel de Oz
Los personajes de Oz, desde el Espantapájaros y el Hombre de Hojalata hasta la Bruja del Oeste, cobraron vida gracias al maquillaje y el vestuario.
El maquillaje para el Hombre de Hojalata, por ejemplo, se logró aplicando una mezcla de aluminio en polvo. Esto resultó en una caracterización sin igual que, además, acabó ocasionando problemas de salud al actor Jack Haley.
A pesar de los riesgos que supuso, este tipo de maquillaje fue pionero en la creación de personajes no-humanos de manera creíble.
Se convirtió en una técnica que luego evolucionaría en las transformaciones digitales que vemos hoy día. La Bruja del Oeste, por otro lado, logró convertirse en uno de los disfraces más icónicos de Oz con esa característica cara verde. Por supuesto, está también presente en Wicked, y sigue suponiendo uno de los elementos más distintivos del universo de Oz.
En la película Wicked, se espera que estos personajes se reinventen con nuevas técnicas de CGI y vestuario más avanzado, manteniendo la magia visual del maquillaje original, pero con una sensibilidad moderna y respetuosa con la salud de los actores que vuelva a poner en tendencia a sus personajes.
Efectos ópticos: La aparición de la Bruja
Para efectos como la desaparición de la Bruja del Oeste en una nube de humo, el equipo de efectos usó humo y llamas reales. En combinación con trucos ópticos y técnicas de cámara lenta, dieron lugar al efecto deseado. Este tipo de efectos ópticos fue innovador en la época y ayudó a crear un ambiente de misterio y magia que sigue siendo impresionante.
Wicked: Reinterpretación moderna servida de polémica
Wicked, basado en la novela de Gregory Maguire, reimagina la historia de El Mago de Oz desde el punto de vista de la Bruja Malvada del Oeste y Glinda la Buena. Esta perspectiva trae consigo temas modernos de identidad, discriminación y justicia. Sin duda, con el objetivo de llegar a audiencias más actuales que buscan representaciones complejas en pantalla.
Además, Wicked explora el origen de ciertos aspectos del mundo de Oz, permitiendo a los espectadores una comprensión más profunda del clásico de 1939 y su universo.
Visualmente, Wicked promete integrar el legado de los efectos especiales de El Mago de Oz con la tecnología actual. Las técnicas de CGI del momento permiten una representación aún más detallada de Oz. Esto sirve como homenaje al diseño de la película original mientras introduce nuevos elementos de fantasía.
Aún así, y a pesar de las facilidades tecnológicas con la que cuenta la película – y su gran presupuesto – la polémica no ha tardado en llegar a Wicked. Ya son muchos los espectadores y críticos cinematográficos que han apuntado que, a pesar del gran trabajo de escenografía, vestuario y maquillaje con el que cuenta la película, el color de la película está fallando.
Planos a contraluz y secuencias desaturadas le hacen la competencia a ese universo plagado de detalle y color que esperábamos ver. Si bien entendemos que se trata de un estilo pre-elegido, resulta cuanto menos curioso que haya sido la elección para esta película.
La que esperábamos fuese la reinvención de uno de los mayores hitos del color en el mundo del cine, se ha quedado a medio camino.
¿Qué piensas tú? ¿Crees que una fotografía llena de color hubiera sido una elección mejor?
El legado de los efectos especiales de El Mago de Oz
Los efectos especiales y prácticos de El Mago de Oz siguen siendo un referente en el cine, y su impacto cultural perdura gracias a su papel como pionero en la industria.
La evolución de los efectos especiales desde El Mago de Oz hasta Wicked representa el desarrollo de toda una industria, desde los efectos prácticos y el maquillaje hasta la sofisticación del CGI actual. Al igual que la película de 1939, Wicked tiene el potencial de definir un nuevo estándar en efectos visuales, presentando una reinterpretación que conecta el pasado con el presente y explora la magia de Oz con sensibilidad moderna. Todo ello, además, recordándonos la importancia que tiene el color cuando hablamos del séptimo arte.
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